martes, 19 de junio de 2012

El Modelo


Hacia fines de 1870, la producción de trigo se transformó en el principal rubro de exportación, reemplazando a la lana, rubro destacado desde mediados del siglo XIX. La demanda de alimentos del mercado mundial superó a la de insumos textiles, por lo cual las tierras fértiles de la Argentina fueron aprovechadas para el desarrollo de dos nuevos rubros: la producción de cereales y de carne.
Así, la Argentina comenzó a autoabastecerse de harina en el mercado interno y también generó un excedente de producción que permitió realizar las primeras exportaciones de este cereal.
La producción cerealera destinada a la exportación provenía de las colonias agrícolas ubicadas en la provincia de Santa Fe. Pronto, otras zonas de la región pampeana se comenzaron especializar en la producción de cereales. La provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y Córdoba, y el nordeste de La Pampa, se convirtieron en el polo dinámico del desarrollo económico argentino: allí se generó la producción exportable, se invirtió el grueso de los capitales nacionales y extranjeros, y se concentró el 70% de la población del país. La producción de ganado ovino, destinado ahora no sólo a la producción de lana sino también a la de carne, se desplazó hacia la Patagonia.